En
nuestras relaciones personales con nuestra familia, pareja, hijos, existen
mensajes ocultos, con palabras se dice una cosa y entre líneas o con los gestos
se dice otra, en ocasiones no intencionales, en otras con toda intención, lo
cual constituye un vicio en la comunicación ya que afecta y destroza la
confianza. La comunicación no verbal, es decir corporal, juega un papel
relevante en el mensaje que deseamos transmitir, éste siempre es nuestra
responsabilidad. No es responsabilidad del otro entender lo que yo quiero decir
o adivinarlo. Lograr la congruencia entre lo que se dice y lo que dice el
cuerpo es la mejor técnica de una comunicación efectiva que permite fomentar la
confianza y la relación fraternal que debe prevalecer en el seno familiar.
Los
mensajes ocultos se conocen como mensajes indirectos o dobles mensajes y son
muy comunes en la conversación y todos los hacemos bajo ciertas circunstancias,
a veces sin darnos cuenta ya que se presentan cuando no coincide nuestro lenguaje
verbal con el no verbal que casi siempre evidencia nuestras verdaderas
intenciones.
Nuestro
comportamiento siempre refleja nuestros valores y éstos se ven reflejados en
nuestras costumbres de comunicación, si cada vez que queremos obtener algo de
una persona, tratamos de engañar o mentir mediante un doble mensaje, estamos
revelando nuestros valores y ello nos confiere poca confianza ante los demás.
Los
dobles mensajes en la comunicación dentro del núcleo familiar no solo nos
incapacita para conectar con lo que en realidad hay en nuestro interior, sino
que se erige como un poderoso medio de control de otras personas, creando
relaciones falsas y destructivas.
Esconder
o manipular información no es hacer menos daño, sino utilizar, por considerar
incapaces a los demás de decidir por sí mismos, inexpertos o inmaduros. Quien
miente manipula y no porque sea malo mentir sino porque la falta de sinceridad
otorga una inexistente sensación de poseer o dominar a la otra persona.
Comunicarnos
con dobles mensajes de manera sistemática es una actitud que no refuerza
valores morales ni éticos. La confianza se crea desde la percepción de que las
palabras no tienen doble sentido, ni juicios, ni mentiras.
Aceptar
a los demás con sus defectos y virtudes es muy importante para lograr el
sentimiento de confianza, todos somos diferentes y esas diferencias son muy
valiosas cuando tratamos con los demás, siempre podemos aprender mucho de las
personas que sienten y entienden las cosas de modo diferente al nuestro.
Las
falsas promesas, la falta de sinceridad, la doble intención del mensaje, se
convierten en barreras para una comunicación sana. Los dobles mensajes matan
las relaciones.
Aprender
a evitar los dobles mensajes es cuestión de aprender a comunicarse mejor. Las
relaciones mejoran radicalmente, la comunicación se vuelve efectiva porque los
mensajes fluyen fácilmente prevaleciendo los sentimientos y los valores.
Casi
siempre el el lenguaje no verbal es mas poderoso que el verbal y si no sabemos
evitar los dobles mensajes las respuestas que obtengamos puden ser diferentes a
las que esperamos obtener
CPC26 junio 2012